Cuando se cambian los amortiguadores

Los amortiguadores de un vehículo juegan un papel clave en la seguridad y estabilidad en las vías para evitar accidentes. Si necesitas cambiarlos al mejor precio del mercado, lo ideal es que visites el taller mecánico de aurgi, porque allí encontrarás todo lo que necesitas para hacer el cambio al mejor precio.

Pero, antes de hacer el cambio, necesitarás saber el estado de tus amortiguadores y por este motivo te invito a que sigas leyendo este post. Aquí encontrarás algunos consejos para determinar si los amortiguadores se encuentran en buen estado o si necesitarán un cambio.

¿Cómo saber en que estado están los amortiguadores?

Para que puedas conocer el estado de los amortiguadores debes fijarte muy bien en algunos puntos básicos como son:

Estado exterior

Todo comenzará con una observación al exterior de los amortiguadores para determinar fácilmente el estado de forma visual. Asegúrate de que no vayan a estar oxidados, en especial cuando circulas habitualmente por terrenos que tienen una alta concentración de sal.

También debes asegurarte de que no tengan ningún tipo de fugas, lo que puede llevar a que los amortiguadores no trabajen de una forma óptima. Fíjate en el suelo donde aparcas a tu coche, y así sabrás exactamente si tienes una fuga de aceite en tus amortiguadores o no.

Estabilidad del coche

La estabilidad del coche es otro punto importante que debes tener en consideración, en especial porque debes asegurarte de que el coche sea estable en las vías. Apárcalo en un lugar que sea completamente plano y obsérvalo a la distancia.

Fíjate bien en la línea que se forma entre las defensas y el pavimento, la cual debe ser completamente paralela. Si el coche tiende a inclinarse hacia algún lado, esto indicará que debes hacer el cambio de los amortiguadores, porque la estabilidad del coche no está en buen estado.

Prueba del rebote

Es la prueba más rápida y fácil par probar el estado de los amortiguadores, y te puede servir cuando vas a comprar un coche de segunda mano. Consiste en ejercer presión sobre la carrocería hasta que descienda la suspensión y después soltarla.

Observa bien el movimiento que hará el coche, que debe ser constante y no debe dar ningún tipo de rebote. Si comienza a dar rebotes, esto indicará que los amortiguadores están en mal estado, por lo que deberías cambiarlos cuanto antes porque de lo contrario no tendrás una buena estabilidad en tu vehículo.